
Bases del #Movimiento_Moderno
La #Arquitectura_Moderna se desarrolló en el #Perú tardíamente, aproximadamente 20 años después de que se construyeran los primeros #antecedentes_europeos.
Para finales de la década de 1920 #Le_Corbusier había definido sus #cinco_puntos de la #arquitectura_moderna plasmados posteriormente en la #Villa_Savoye, y #Mies_van_der_Rohe ya había hecho lo propio demostrado las cualidades de una #nueva_arquitectura en el #Pabellón_Alemán para la #Exposición_Universal de #Barcelona, en 1929. Sin embargo, en el #Perú, se desarrollaba una arquitectura con #estilos básicamente “#neocoloniales” y “#californianos” que permanecieron inamovibles hasta finales de la década de 1940.
Según #historiadores, durante la década de 1930, el #Perú logra una aproximación a esta #modernidad – llamados por algunos “#estilo_internacional” – con algunas construcciones en la ciudad de #Lima que correspondían a una tendencia a la que se le llamó “#Estilo_Buque”, estilo que se practicó de manera eventual, dejando en todo momento la #supremacía del #neocolonialismo existente.
Para mediados de la década de 1940 los #arquitectos #peruanos empiezan a vincularse con la arquitectura moderna. Las visitas de arquitectos como #Richard_Neutra, #José_Luís_Sert y #Walter_Gropius en estos años sirvieron para sentar las #bases del #movimiento_moderno en el #Perú.
Dentro de las primeras manifestaciones modernas en proyectos de arquitectos peruanos llama la atención, por la fecha de su proyección, la modernidad con la que el Arquitecto Santiago Agurto presenta su tesis de grado publicada en 1945 por la revista “El Arquitecto Peruano”.
La revista El Arquitecto Peruano. Fundada por el arquitecto Fernando Belaunde Terry en 1937, es la publicación más importante en temas arquitectónicos y urbanos en el Perú en el siglo XX. Bajo la dirección de Fernando Belaúnde (1937-1963), la revista publicó un total de 202 números. Hasta 1950, fue una publicación mensual; luego, apareció cada dos meses y, desde 1958, cada cuatro.
Los años que Belaúnde dirigió la publicación coinciden con la primera fase de las grandes migraciones internas, el hecho demográfico más importante de la historia de nuestro país (y de Lima), que modificó el patrón histórico de ocupación del territorio. El Perú, básicamente rural y serrano hasta el censo de 1940, pasó a ser un país urbano y costeño.
La planificación implica la noción de una autoridad que impone prioridades que se hallan por encima de los intereses económicos individuales y por encima también de las reglas del libre mercado.
La revista abogó por la modificación de la norma liberal que había guiado al estado peruano desde los años de la “República Aristocrática”. La revista defendió la tesis de promover el desarrollo a través de un crecimiento hacia adentro; fue partidaria, por lo tanto, del proceso de “sustitución de importaciones” y contraria al modelo exclusivamente exportador. La revista EL Arquitecto Peruano llamaba a los empresarios a impulsar la inversión de capital para la ampliación del mercado interno. En este sentido, para el arquitecto Belaúnde había que producir en el Perú hierro, cemento, vidrio y madera, ya que un país sin industrias básicas no podía aspirar al desarrollo.
En las elecciones de 1945, en las que triunfó la opción reformista de Bustamante y Rivero, Belaúnde Terry salió elegido diputado por Lima. En esta primera responsabilidad política, el joven arquitecto impulsó, desde el Congreso, e inspirado en las ideas de su revista, cuatro importante leyes:
1. La propiedad horizontal del suelo.-De acuerdo a la ley vigente, solo podía haber un dueño por edificio, por lo que los departamentos solo podían alquilarse (por ello, había pocos en Lima). La nueva ley autorizaba al propietario de un departamento a inscribir su propiedad en forma independiente y compartir el suelo con los dueños de los otros departamentos de su edificio. Esta norma fue un mecanismo indispensable para estimular los edificios por departamentos en nuestra ciudad.
2. La constitución de la Oficina Nacional para la Planificación Urbana (ONPU).- Era la oficina del estado encargada de la formulación de los planes de desarrollo urbano de todas las ciudades del país, empezando por Lima; así, el estado se involucraba directamente en el desarrollo nacional. Esta institución fue el antecedente del Instituto Nacional de Planificación.
3. La creación de la Corporación Nacional de Vivienda (CNV).- Tenía como propósito la construcción de viviendas para los sectores medios y populares. La principal obra, en estos años, de la CNV fue el proyecto global de las unidades vecinales.
4. Los centros climáticos de invierno.- Bajo esta ley se construyó la colonia vacacional de Huampaní.
La reforma estudiantil de 1946. En 1946, tanto alumnos como profesores de la Escuela de Ingenieros se organizaron para llevar a cabo una reforma estudiantil que nivele la enseñanza arquitectónica en relación a la nueva arquitectura desarrollada en el ámbito internacional. El cambio en los estudios estuvo complementado con las visitas de distintos arquitectos extranjeros entre quienes se contó a Walter Gropius y Josep Lluís Sert en 1953. En 1955, con la transformación de la Escuela Nacional de Ingenieros en Universidad Nacional de Ingeniería, el Departamento de Arquitectura quedó convertido en Facultad. La construcción de la actual Facultad de Arquitectura tuvo inicio en 1951 gracias a la participación del Estado, la empresa privada, profesores y alumnos. El edificio fue uno de los primeros en ser construidos en el campus, su diseño arquitectónico fue realizado por el arquitecto italiano Mario Bianco y su ejecución gracias a un esmerado y destacable esfuerzo conjunto liderado por el arquitecto Fernando Belaúnde, en ese entonces jefe del Departamento.
La Agrupación Espacio. En Mayo de 1947, un grupo de jóvenes estudiantes de arquitectura de la Escuela Nacional de Ingenieros, lideran a un grupo de intelectuales, arquitectos y artistas. Adoptan el nombre ESPACIO y, a la manera de las vanguardias europeas, lanzan un Manifiesto que marcará el inicio de sus actividades y de los cambios que propugnan.
Desde mediados de los años cuarenta, Lima vivía una vorágine modernizante auspiciada por la difusión de las imágenes de la modernidad, el fin de la segunda guerra mundial y por el optimista ambiente existente luego de la elección de José Luis Bustamante y Rivero como expresión de nuevos vientos en el país.
La radical transformación de la plaza de armas de Lima y los ensanches en las calles importantes de su centro histórico, testimoniaban el espíritu que animaba a los cambios promovidos, emulando lo ocurrido en otras metrópolis. Desde esa perspectiva, los paradigmas del cambio se mantenían marcadamente desactualizados.
El arte y la arquitectura transitaban los caminos signados por la pasiva mirada al pasado, aislados de los acontecimientos arquitectónicos prevalecientes en el mundo. Un mundo que salía de la segunda gran guerra y veía consolidar a Norteamérica como principal potencia. Un mundo que había vivido -décadas atrás-, el entusiasmo por la renovación total del arte y la arquitectura, y que pocos años después planteaba ya un cuestionamiento a las radicales formulaciones vanguardistas, vivía el inesperado viraje de los grandes maestros de la arquitectura y el surgimiento de propuestas abiertas, frescas e incluyentes.
En esta doble y contradictoria realidad, la de dos mundos paralelos y diacrónicos, se forma en el Perú una agrupación de intelectuales: artistas, estudiantes y profesionales, dispuestos a enfrentar a los defensores del adormecimiento de las manifestaciones culturales de nuestra sociedad. Reunidos en torno a la estimulante figura de Luis Miró Quesada, un grupo de jóvenes estudiantes de arquitectura de la Escuela Nacional de Ingenieros -la actual Universidad Nacional de Ingeniería-, surge hace medio siglo, la Agrupación ESPACIO, vehículo de las expectativas de algunos círculos de encuentro y discusión como manifestación específica de una sociedad preocupada por el presente y el futuro.
ESPACIO, se propone marcar distancias, señalando un derrotero; se plantea la tarea de repensar el arte del Perú y se enfrenta al dilema de combatir el origen de su propio estatus, revisando y cuestionando el desarrollo de nuestra cultura, entendiendo la misma de manera integral, como manifestación de un momento determinado, y de un hombre nuevo. Se constituye entonces en uno de los movimientos más importantes de nuestra modernidad y sin lugar a dudas, en el más conocido y trascendental en el mundo artístico. La arquitectura, asumiría en dicho proceso un decidido liderazgo.
Para cumplir su misión organizan conferencias, exposiciones y publicaciones. Editan la revista ESPACIO y publican una sección en el diario EL COMERCIO. Pero sobre todo producirán, harán arte. Rápidamente, la aceptación del arte moderno se hace patente en la década del cincuenta, al final de la cual, los más activos miembros de la Agrupación, han arribado al campo político, persuadidos seguramente de la necesidad de modernizar también el país. Transcurrido el tiempo, el Perú ha cambiado notoriamente. Lima y el país han crecido y se han transformado. El mundo en la era post-moderna, lejos de ser el mismo vuelve a mirar hacia sus más cercanos orígenes: los de la modernidad. Hace un alto y se formula una serie de inquietantes interrogantes: tradición, cambio, globalización, pasado, futuro, país, nación…….; tratando de contestarlas en esta oportunidad a través de las manifestaciones del arte, estimuladas y realizadas por la Agrupación ESPACIO.
Primeras obras y proyectos de arquitectura moderna en el Perú

Cordova-Williams-Polar, 1946.
arquitectos.

Luis Miroquesada, arquitecto.

© Cortesía de El Arquitecto Peruano de abril de 1950

Córdova-Williams-Bianco.
arquitectos

Mario Blanco, arquitecto.

Las #Unidades_Vecinales.
La Corporación Nacional de Vivienda fue la que impulsó la creación de unidades vecinales para resolver el problema de la vivienda en nuestra ciudad. Se acordó la construcción de 7 unidades vecinales, cuatro en Lima y tres en el Callao. Se trataba de complejos habitacionales autónomos; por ello, contaban con mercado, posta médica, comisaría, centro cívico o local comunal, oficina de correos, escuelas primarias para niños y niñas, cine-teatro, cancha de fútbol, piscina y, lógicamente, una iglesia; además, tenían un sistema de circulación peatonal y vehicular propio. Recién, en 1955, se construyó la unidad vecinal de Mirones, diseñada por el arquitecto Santiago Agurto Calvo, sobre la avenida Colonial, ex carretera del Callao.

La adopción de la Unidad Vecinal, como modelo urbano autónomo, había sido recomendado por los Congresos Internacionales de Arquitectura Moderna, y en Latinoamérica, la labor de difusión la cumpliría los Congresos Panamericanos, influyente en el caso peruano, el realizado en su sede en 1947. Gracias a la Corporación Nacional de la Vivienda, y los fondos económicos correspondientes, se dio inicio a la primera Unidad vecinal: la UV 3 (1950), en la Av. Colonial, que abriría paso a un grupo importante de conjuntos vecinales que abarcan hasta 1985.
El plan regulador de chimbote. El desarrollo de los recursos mineros del norte del Perú requería la creación de un puerto apropiado. Chimbote en esos momentos era una aldea de pescadores que disponía de un buen puerto natural en su bahía. Para ese entonces Chimbote tenía 4000 habitantes y estos pobladores vivían bajo un trazado desarrollado por Henry Meiggs, ingeniero norteamericano, en el año 1860, donde se encontraban las llamadas “chozas de barro” que eran las viviendas precarias de los pobladores.
Se planteó un tipo de hábitat nuevo basado en el “tapiz urbano”, esto es, un compacto tejido de casas de una, dos y tres plantas con patios cerrados por muros. Estos patios suelen ser mayores que las propias viviendas, apropiados para que los habitantes conserven sus hábitos de vida al exterior. Los viales de servicio y calles de peatones se definen con los muros de escasa altura y prácticamente sin aberturas.
Se introdujo un nuevo tipo de vivienda urbana, estas casas basadas en las casas con patio de la arquitectura local eran nuevas versiones de la arquitectura mediterránea, cuyo origen se remonta a la antigüedad. Estas simples estructuras de ladrillo requerían menos sofisticación tecnológica y causaban menos alteración social que la ordenación en bloques, y eran mucho más factibles económicamente para viviendas de bajo coste. Como estaba previsto que los residentes de Chimbote procedieran de regiones rurales montañosas, se incluyo un espacio en las casas para guardar animales. Giedion aludió posteriormente a estas casas como “formas transitorias entre el pasado y el futuro”, pero en su propia presentación del proyecto, Wiener y Sert, subrayan la estrecha relación con las costumbres locales.
El “tapiz urbano” conformado por estas viviendas patio constituyo el primer ejemplo de una modalidad de hábitat de alta densidad y baja altura que resulta ideal para situaciones donde el suelo tiene un precio bajo y el clima es árido, es decir, donde los posibles espacios dejados entre los edificios no estarían cubiertos por un manto vegetal, sino por polvo y matorrales. Este plan de Chimbote se presentó al VII CIAM de 1949, celebrado en Bergamo, al que asistieron arquitectos jóvenes, de la tercera generación del movimiento moderno.
Las visitas de José Luis Sert al Perú para el desarrollo del Plan Regulador de Chimbote sirvió también para relacionarse con los proyectistas del «Plan Regulador de Lima», el cual sólo fue construido en lo que es hoy es el Centro Cívico, varios años después.
Desde 1950, en el Perú, la arquitectura moderna fue aceptada e ingresó a su periodo de consolidación. Con el desarrollo de los medios de comunicación se acortaron rápidamente las distancias, respecto a lo que se hacía en arquitectura a nivel mundial, llegando su auge hacia década de 1960.
Fernando Freire Forga · Doctor Arquitecto
Lima · abril 2013 · Autor del Blog La Forma Moderna en Latinoamérica
Nota:
Ensayos Personales, 2012. Esta segunda parte forma parte de un texto que se expone el resultado de casi 10 años de estudios relacionados al desarrollo de la arquitectura moderna en el Perú. Es importante mencionar que para lograr completar este ensayo relacionado a la arquitectura moderna en el Perú se han utilizado estudios y opiniones de destacados profesionales. Al final se hace una breve reseña bibliográfica.
Fuentes Bibliográficas
1. Córdova, Adolfo “La Agrupación Espacio y la Arquitectura Peruana” – 2005.
2. blog.pucp.edu.pe
3. Ludeña, Wiley «Piqueras – Belaunde – La Agrupación Espacio: TRES BUENOS TIGRES. Vanguardia y Urbanismo en el Perú del Siglo XX». Editado por el CAP Regional Junín y Urbe ediciones – Huancayo 2004. Pag. 186.
4. José Bentín Diez Canseco Extracto de Libro: Enrique Seoane Ros, Una Búsqueda de raíces peruanas. Lima, 1989.
5. arqandina.com
Fernando Freire Forga nace en Lima el 21 de marzo de 1977. Entre los años 1994 y 2000 realiza estudios de arquitectura en la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas en la misma ciudad. En 1999 obtiene el primer premio en el Concurso a nivel nacional organizado por PROCOBRE-PERÚ con la tesis: Edificio Automatizado de Oficinas: “Usos del Cobre en la Arquitectura”.
Ha realizado estudios de Doctorado sobre Arquitectura Moderna en la ETSAB, Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona en la Universidad Politécnica de Cataluña, España. Actualmente, se encuentra inmerso en el desarrollo de trabajos de recopilación e investigación de Arquitectura Moderna en el Perú. Es docente de la Pontificia Universidad Católica del Perú y se desenvuelve como proyectista de manera independiente.Web
http://www.fernandofreirearquitecto.com/
Email info@fernandofreirearquitecto.com
Arquitectura Moderna en el Perú [I]
Fernando Freire Forga
22-04-2013
https://veredes.es/blog/arquitectura-moderna-en-el-peru-i-fernando-freire-forga/
